El sabor de la libertad

A veces una se pierde y no sabe quién es, qué tipo de persona es, qué quiere de la vida y cómo quiere vivirla. Es mejor perderse que nunca encontrarse, claro está, pero a veces cuesta encontrar el camino hacia nuestro propio interior. Así estaba yo hasta que hace unos días una visita especial me hizo descubrirme a mí misma otra vez. Y volví a saborear el sabor de la libertad , de sentirme esa mujer libre que siempre quise ser y que creo ser. " Sara quería ser un alma metafísica, sin ataduras, sin tópicos, libre para configurar un prototipo único, y nuevo, de mujer. Y aún cuando ese modelo era posible en solitario, pues uno, solo, puede escoger qué vida le da la gana de llevar, parecía mucho más difícil construirlo en el mundo afectivo, donde dependes de otro para llevarlo a cabo ". El arte de perder , de Lola Beccaria. Estas líneas del libro que comencé a leer hoy me recordaron a mi propia forma de ver la vida. A veces cuesta que la gente lo entienda y algunas personas...