Disfrutando el fin de semana

El fin de semana me gusta más disfrutar que descansar así que siempre lo aprovecho a tope...

El viernes a la noche salí un rato con algunos compis del trabajo a un boliche (discoteca en España) cerca de la oficina y por ende cerca de mi casa. Sí, hace unos 20 días que vivo cerca del trabajo y no saben qué placer me da: ir y venir caminando de la oficina es gratis, me permite respirar el aire fresco de la mañana antes de entrar al subsuelo donde trabajo, es ecológico y me da la posibilidad de estirar un poco las piernas antes de sentarme frente a la computadora u ordenador todo el día.

En fin, que me voy de las ramas... el viernes salí con las chicas (y luego vinieron los chicos: dos portugueses simpáticos de la ofi)... la verdad es que no se me da bien lo de salir tan tarde. Yo siempre he preferido salir a las 9 o 10 de la noche, picar algo tomando una cervecita y a las 12 estar ya bailando para irme a casa a dormir a eso de las 2 o 3 dependiendo cómo se de la noche. Pero el lugar no se llenó hasta las 4 de la mañana y no es que yo necesitara de gente para bailar, la verdad, pero sí que es más divertido cuando una puede recrearse un poco la vista... aunque, a decir verdad, no había nada que colaborara a tal fin salvo una excepción. En definitiva, que a las 5 de la mañana ya me quería volver a casa y eso hice. Me fui a dormir.

El sábado transcurrió tranquilo... tranquilo... me desperté, desayuné, hice la compra y llamé a un compi de trabajo nuevo que está solo por Madrid para ir a Retiro a pasar el día. Me encantan los picnics. Siempre me gustaron. De pequeña hacíamos muchos con el cole y era un día de alegría y de diversión. En este caso  fue diferente.. fue tranquilo como ya dije... caminamos hasta Retiro, paseamos, vino otra compi, comimos a la sombra, tomamos un poco de sol, y volvimos a pasear.



[Por cierto, la exposición del Palacio de Cristal con todos esos vidrios rotos dentro de una piscina (pileta en Argentina) me da mucha grima, no me gusta nada.]

Lo mejor del sábado fue la noche de cenita con los mismos compis del Retiro más Carmen y su compi de piso (departamento) y como muestra de lo mucho que disfruté les dejo una foto debajo.

Y es que... siempre lo digo: "Los tres grandes placeres de mi vida son viajar, comer bien y unos lindos masajes" (y siempre le sumo a esto el amor en el sentido más amplio de la palabra: amor de pareja, de amigos, de familia, incluso de gente desconocida que te brinda su sonrisa y su cariño sin pedir nada a cambio como los niños que conocí en la India). Cuando estas tres o cuatro cosas se unen me siento extasiada.






Y para cerrar este post que ya se hizo demasiado largo, les dejo una frase que leí esta mañana al despertar. Es de "El monje que vendió su Ferrari" de Robin Sharma:


"...el autocontrol y el cuidado de la propia mente, cuerpo y alma son esenciales para encontrar el yo elevado de cada uno y para vivir la vida de nuestros sueños. ¿Cómo ocuparse de los demás si uno no se ocupa de sí mismo? ¿Cómo hacer el bien si ni siquiera te sientes bien? No puedo amar si no sé amarme a mí mismo."

¡Que tengan un día maravilloso!

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