Me gusta la gente

Tal vez cueste entender porqué hablo con todo el mundo. Hay quien no comprende porqué entablo relaciones acá y allá, en un ámbito y en otro, en un país y en otro. Quizá cueste comprender el hecho de que me gusta la gente.

Me gusta la gente. Me gustan sus historias. Me gusta conocer a las personas. Me gusta descubrirme en el otro, en la otra. Me gusta saber que hay gente diferente. Me gusta conocer gente que piensa distinto. Me gusta la gente. 

Hace unos días recibí un "regalo" de una compañera que forma parte de ese grupo de "gente" que me gusta conocer y tener cerca, que me aporta alegría y paz pero también entusiasmo y fuerza. Voy a compartirles acá en este post el poema que nos regaló ésta linda mujer. Espero que les guste:

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.(...)
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
                                                                          Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.
                                                                              Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
                                                                         Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano  es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti
Los 300 jóvenes del Caleidoscopio 2010 de Oxfam

Pd: Dedico este post a esas personas maravillosas que conocí en Nueva Delhi en 2010, que luchan cada día desde sus países, por un cambio social local y global; que aportan su granito de arena a que este mundo se aun lugar mejor donde vivir.

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