Consejos para aplicarse uno mismo


Para disfrutar bien de la vida a veces es necesario aplicarnos ciertas reglas (prefiero llamarlos pasos o consejos) que nos ayuden a ser y crecer con nosotros mismos.

El primer paso es aceptarnos como somos y lo que no nos gusta de nosotros mismos, cambiarlo si podemos. Y siempre, querernos. Pero hoy no voy a hablar yo. Tomo la palabra prestada a Santiago Bibiloni y a un artículo de su web Notenemostecho.com


Escribí esto para leerlo cuando me siento desorientado. Está dividido en dos partes y en ambas me hablo en tercera persona. La primera es para crecer conmigo mismo y la segunda para crecer junto al otro. 
Para con uno mismo
Son buenos los fundamentos, persíguelos.
Son grandes los tabúes, rómpelos.
Son muchas las seguridades aparentes, desnúdate.
¿Es fuerte tu escudo? Desármate.
Es rápida la mente, contrólala.
Es pesado el cuerpo, aliviánate.
Gesticula, crea, diviértete, inventa, colorea, disfruta, corre, baila, canta, ríete.
¿Son duras las barreras? Quiébralas.
¿Son muy prolijos y rectos los esquemas? Moldéalos.
¿Te mientes? Sincérate.
¿Buen momento? Recuérdalo.
¿Te importan los valores? Transmítelos.
La vida es “vida”, valórala.
¿Eres feliz? Esmérate por serlo.
Es buen alimento el conocerse, nútrete.
¿Es salvaje tu conciencia? Domestícala.
¿Es arisca la vida? Adiéstrala.
¿Tiendes al extremismo? Balancéate hasta equilibrarte.
Son fatales los vicios, aléjalos.
¿Tienes rutinas innecesarias? Reorganízate.
No hay un mapa con “la verdad”, hazte el tuyo pero no olvides que no todos los caminos llevan a destino.
¿Estás en crisis? No huyas por la salida de emergencia.
Estate en paz contigo mismo, no hay mejor caricia.
¿Estás atado? Desátate.
No eres esclavo de las circunstancias, libérate.
¿Estás “manchado”? Purifícate.
Ser rico no es ninguna posta, ser pobre tampoco; la llave a tu éxito está en que puedas compartir con ricos y pobres, disfrutar con gente parecida y distinta a uno.
¿Eres rico? Ofrece y disfruta.
¿Eres pobre? Trabaja para poder ofrecer y disfrutar.
Trabaja con amor.
¿Estás equivocado? Acéptalo.
¿Sientes culpa? Perdónate.
Intenta no ser mediocre.
¿Eres justo? Sélo.
¿Cómo te llevas con tu cabeza? Amígate.
No eres una piedra, piensa!
¿Actúas como piensas? Sé coherente.
¿No eres sabio, no? Entonces aprende, reflexiona.
¿La vida te maneja? Toma el volante.
¿Puedes cambiar las cosas? Cámbialas.
¿Te da miedo el cambio? No temas, permanece en él.
¿Estás sentado? Salta!
¿Estás agitado? Descansa.
¿Explotan tus sentimientos? Manifiéstalos.
¿Estás loco? Yo tampoco. El tupper me incomodaba.
---

El post de Santiago continúa con una serie de consejos para con los demás. Si quieren seguir leyendo, arriba está el enlace al artículo. 


¡Que tengan un día maravilloso!
Foto tomada por @rghidalgo en Buenos Aires, mayo 2012

Comentarios

Entradas populares de este blog

3 razones por las que me siento frustrada

La felicidad es darle contenido a la vida

Soltar y confiar